Se presenta como una sensación punzante y pulsante en la zona afectada, irradiándose hacia la mandíbula y el oído. Este dolor puede dificultar actividades cotidianas como hablar o masticar.

Se manifiesta con hinchazón persistente en la zona afectada, acompañada de sensibilidad y enrojecimiento de las encías. Esta inflamación puede generar molestias constantes y dificultar la función normal de la boca.

Se caracteriza por la presencia de abscesos dentarios, que se manifiestan como hinchazón, enrojecimiento y dolor intenso. Estas infecciones pueden generar malestar generalizado y requerir tratamiento dental inmediato.

Se evidencia por la alteración en la alineación de los dientes. Esto puede ocasionar dificultades al morder, problemas estéticos y una mayor predisposición a la acumulación de placa y caries.